Historia
El Cuadro Artístico de Colmenar de Oreja es originario del año 1833 y cuya primera obra reconocida y documentada tiene origen en la jura como Princesa de Asturias de la que sería Isabel II de España.
El diario barcelonés “El Constitucional”, en la página 3 de su número del 27 de febrero de 1843, dio la noticia de lo que puede considerarse el verdadero germen del Cuadro Artístico de Colmenar de Oreja.
En el mismo número, “El Constitucional” dio cuenta de la colocación en la torre de la iglesia de las campanas procedentes del convento de los frailes franciscanos.
El corresponsal del diario catalán en Colmenar de Oreja, lo contaba así:
“COLMENAR DE OREJA. 17 de febrero. - Los jóvenes principales de este pueblo, animados del mejor celo por los adelantos y distracción de la población, han formado una sociedad de recreo que por ahora se compone solo de las secciones dramática y filarmónica. Una y otra han hecho ya sus ensayos en la parte que cada una le corresponde, y han puesto en escena en el grande y magnífico teatro de ésta, las comedias El Pastor de Florencia y Una noche toledana, cuyas piezas les han sacado con el mayor lucimiento, recogiendo repetidos aplausos de los concurrentes, así como la sección de música que en los entreactos tocó hermosas y escogidas sinfonías de las mejores óperas: el domingo próximo echarán El valle del Torrente. Regularmente en lo sucesivo se formarán otras dos secciones de literatura y pintura.
Se han colocado estos días en la torre de la iglesia las campanas que estaban en el convento de los frailes y cuyas campanas se las ha quitado la justicia al encargado de los bienes nacionales de este pueblo; que según dicen se los llevaba para venderlos por sí y ante sí, como ha hecho con otra porción de cosas de varios conventos y con lo que de simple escribiente que era u oficial de la hermandad de la Caridad de Ocaña, ha logrado hacerse un gran propietario, de aquí se ha llevado estos días los grandes y magníficos cuadros que había en la iglesia de dicho convento, las barandillas del altar mayor y los espejos del cuerpo entero de la sacristía. Y a pretexto de que el convento se hunde por varios lados, lo va destechando y con su producto para pagar a los albañiles que, según sus cuentas, es mayor que el producto del desteche.”
Por último, en el mismo artículo se informa de que se ha concluido el camino-carretera de Valencia que pasa por Tarancón, y que los pueblos de Colmenar de Oreja y Chinchón, unidos, harán a su costa una “higüela” o ramal “de aquí al puente que se está haciendo en Arganda”.
De Pablos relató en 1891: "la Sociedad Dramática de Aficionados que hay en este pueblo consta de 53 socios, activos y pasivos, siendo los primeros los que forman parte de las funciones y los segundos los que con la formalidad y posición que disfrutan dan carácter y lustre a la Sociedad, siendo el objeto que se propone puramente recreativo y al mismo tiempo procura que con su ayuda se mejore el teatro todo lo posible".
Entre 1901-1910 una vez liberadas totalmente las instalaciones del antiguo Hospital y de la Escuela, los "aficionados" acometieron las transformaciones necesarias para configurar el teatro, desde la reforma del escenario a la sala del teatro. Con la aparición del cine y la guerra de África finaliza la primera etapa de la agrupación de aficionados hasta que en 1922, un grupo de amigos, entre los que se encontraban José del Moral, Antonio Diéguez, Domingo del Moral, Tomás Alcolado, Luis Ballester y algún otro, deciden formar el grupo de teatro "La Afición". De este grupo salieron los tres únicos actores que ha dado Colmenar al mundo Artístico, Luis Ballester, Antonio Diéguez y Domingo del Moral (Juanón).
Tras un periodo de inactividad, reaparece el grupo de teatro en 1945, con el nuevo nombre "Cuadro Artístico de Colmenar de Oreja", de la mano de Pepe del Moral – hijo de José fundador de "La Afición" - fiel a la tradición familiar y con las enseñanzas de sus progenitores, junto con Luis Hernández, comienzan a preparar funciones aprovechando la estancia estival de los estudiantes en el pueblo. La idea cuaja y da continuada presencia en la actividad cultural de nuestro pueblo hasta nuestros días.
Después de Pepe del Moral y con tan solo 16 años, toma el relevo su primo Antonio Crespo del Moral, y es con él, y a partir de 1962 cuando el nivel de las obras y las representaciones crece de forma considerable.
Vinculado en cierto modo a la parroquia, primeramente, a ella fueron a parar los resultados económicos de la mayor parte de las representaciones, para engrosar las múltiples suscripciones publicas abiertas con destino a la reparación de daños de la guerra, la ultima de las cuales tuvo lugar el día 24 de agosto de 1979, con repetición la noche siguiente y la del 1 de septiembre en la que se representó la obra “Manda a tu madre a Sevilla” de José de Lucio, sumando sus beneficios a la suscripción abierta para la compra de nuevos bancos para la iglesia.
A partir de aquí, son ya dos las funciones dadas a beneficio del propio teatro: una para dotarle de luz y sonido ; y la otra para pagar la compra de un nuevo telón de boca para el escenario, celebrada en las fiestas patronales de 1982, el día 7 de mayo, con doble repetición, y también con la novedad muy celebrada por el público, del estreno del nuevo telón con un coste de 500.000 pesetas cubierto con las tres representaciones, en las que se representó “Una casa de líos” de Álvaro Portes.
Es de destacar la labor realizada por este grupo en su labor de ampliación de los fondos del Museo Municipal Ulpiano Checa, ya que ha invertido gran parte de las recaudaciones obtenidas en sus representaciones teatrales, en la compra de nuevos cuadros de nuestro insigne pintor.
Así, destacamos la adquisición de la acuarela "Rapsodia Española", el dibujo a carboncillo "Niño en la fuente", varios retratos de damas y mujeres españolas; la acuarela "Presentación de armas al pequeño príncipe", la acuarela "Carrera de carros romanos", la escultura en bronce “El carro romano” y los óleos "Mujer española" y "Escena galante".
En 2006 también colaboran con una aportación de más de 40.000 euros, tras sus representaciones de “La ciudad no es para mí” y “Jesucristo Superstar”, en la restauración de las antiguas campanas y la adquisición de tres nuevas que cubrirían los huecos hasta entonces existentes en nuestra torre.